miércoles, 29 de agosto de 2012

Siempre he corrido antes de correrme...



Ya había llegado el momento de enfrentarme a todo y a todos. Depués de cinco gin tonics de los baratos en el G-A-Y Late y de un viaje en el metro donde las ganas de llorar ganaron la batalla a las ganas de vomitar, sin saber por qué me desvelé atormentando por más de uno y de dos pensamientos, así que volví abrir el ordenador y las ganas de escribir volvieron  y sobretodo las ganas de explicarme a mi mismo que era lo que estaba haciendo con mi vida. Así que me puse a escribir como un loco.
Era una sensación rara entre enfado, frustación, tristeza y desesperación.
La cuenta atrás había empezado, pero ¿cuándo iba a parar?
En mi mente sonaba la canción de “tonight we are younger”, ya fuera por casualidad o porqué en la últimas semanas había sido ese motor que me hacía seguir hacia delante.
La cuestión era saber qué estoy haciendo con mi vida, más  allá de penes, cuerpos, copas a altas horas de la noche y de tener un trabajo que me estaba quemando por dentro.  Yo que había sido, yo que había tenido, yo que había... Que cojones yo que lo he perdido todo, empezando por mis valores, principios y sobretodo la ilusión.
Podría ser joven por la noche pero durante el día el tiempo pasaba y ni romeos, ni príncipes venían y más allá de todo eso yo seguía cómo siempre cometiendo los mismos errores  y corriendo antes de correrme.
La novela inacabada, las cuentas impagadas, la herida sin cerrar y las promesas sin cumplir y mientras tanto intentando crear en mi mente el cuento perfecto para poder intentar ser imperfecto.
Quería ser rescatado pero no me daba cuenta que mientras esperaba ser rescatado por otro u otros, estaba perdiendo la oportunidad de rescatarme a mí mismo. Que podría ser yo mi propio príncipe azul.
Tal vez más de cinco meses en soledad, sin la família y sin los amigos había aprendido a aprender a cuidarme yo solo.
La cuestión es que entre el humo de un cigarro y la lluvía de la madugrada  me encontré a mí mismo en Leytonstone.
Y la verdad siendo sincero no me gustó para nada lo que me encontré, se me presentó  un extraño, una persona que para nada había pensado que llegaría a ser. Una persona que simplemente caminaba sin rumbo. Había dejado de ser ese ser con ilusión, con ganas de comerse el mundo.
Pero como no existen las casualidades sino la causalidad, justo cuando buscaba desperadamente por la habitación un cigarro, encontré un papel, un pedazo de papel.
Eran todas las metas que me había propuesto antes de venir a London, todos los sueños que viajaron conmigo aquel 20 de abril y que hay estaban olvidadas en un pedazo de papel.
Las leí una y otra vez hasta que me cansé.
Tan solo una se quedó en mi mente llegar a ser, to become, to become, to become writer.
Pero para eso debería de escribir y escribir.
Y por supuesto to find, to find, to find the love.  Aunque eso ya no estaba en mis manos.
Así que gracias a un mensaje de Marta, ese corazón roto como yo, que compartíamos nuestras heridas en Leyton en una diminuta cocina, mientras las zorras caminaban cerca de casa y los caracoles cambiaban de sexo fuí capaz de ver muchas cosas fuí capaz de crear el ser que esperaba.
 Lo primero que hice fue ordenar mis ideas y sobretodo mi nueva habitación de desde hacía unas semanas parecía que un huracán de soledad y anhelo habían pasado por ella.
Fuí educado, acompañé aquel extraño (en él  que  me había convertido) hasta la puerta y de una patada lo saqué de casa.
Me quedé por un rato contemplando la lluvía  y decidí dar un paseo y empaparme de ella  y si lo confieso I love it, me encanta este clima, me encanta esta ciudad y este país y sobretodo me encanta que con 27 años esté empezando mi vida de nuevo , step by step. Seguramente me comeré muchas veces el mundo como también me comeré muchas...
Pero que bueno es saber que  siempre quedan caminos que andar bajo el arco iris y que no soy estúpido por tener un sueño como el que tengo.
Y que mi novela empieza por escribir mi propia novela en lugar de ser un capítulo más en la vida de otro.
Así que cerré página y me fuí dormir.
Depués de mucho tiempo sin publicar lo he hecho de nuevo, tenía muchos posts para públicar pero este después del enfado que tenía conmigo mismo, creo que ha sido el más honesto.

Carrión.




viernes, 20 de julio de 2012

De Iceberg a cubito de Hielo...


Bueno después de publicar la novela online por partes, otro as que me he sacado de la manga para alargar el fin del comienzo, de dos semanas pasadas por agua y soledad, de una promoción laboral en dos meses, de echar de menos a la familía, de nuevos habitantes en la casa, de despedidas y de bienvenidas... Todo volvía a la calma o al menos eso parecía.
Pero en el interior tenía una espína clavada. Así que después de tener la mente ocupada en muchas cosas para no acordarme del día, sin querer me acordé. (Pero sin querer evitarlo tampoco).
Así que esta vez debería de ser la última, seis meses ya eran suficiente para mirar hacía delante, nuevos proyectos me esperaban con cada gota de lluvía que caía, nuevas puertas debería de abrir todo y que las llaves no las tuviera por el momento.
Pero dicen que los dramas literarios se escriben cuando uno menos se lo espera. Y que a veces lo que literariamente escribimos no tiene nada que ver con lo que vivimos.
Pero en fin así que nuevamente me encontraba en la cocina de Leyton con mi corazón roto, dónde hace unos meses dos corazones rotos se encontraron allí y poco a poco, sin prisas fueron contándose sus miedos, sus dolores, sus problemas... pero ahora vuelvo a estar yo solo, pues Ana emprendió un nuevo viaje para curar su corazón.
Así que a las cuatro de la madrugada sin nadie con quien celebrar mi nuevo puesto de trabajo, un Green Tee y un ratón como invitado a la fiesta, me pusé a escribir y sin querer me salió está versión:

“ Problemente ya de mi te has olvidado y sin embargo yo me sigo acordando. Pero me he querido ir para a ver si algún día que tú quieras volver no me encuentres.
Por eso ya no estoy en mi lugar de siempre, ni la misma ciudad ni con la misma gente. Para que tu al volver lo encuentres todo diferente y no sea como ayer y vengas a buscarme...
Problamente estoy pidiendo demasiado, se me olvidaba que ya habíamos terminado, que nunca volverás, que nunca me quisites, se me olvidó otra vez que solo yo te quise...”

Así que después de quedarme más ancho que largo al escribi esto. Me di cuenta que no sentía nada, que me había quedado tan helado, que ciertas emociones eran imposibles de volver a vivir.
Me he dado cuenta que no quiero que venga a buscarme. Mejor así, seis meses y una nueva vida me han bastado para comprenderlo.
Mr Ice había pasado de Iceberg a cúbito de hielo moribundo en el último cubata de la noche. Ese que cada vez cuesta más de beber y que al final aborreces y lo dejas en cualquier rincón olvidado hasta que viene otro y se lo lleva.
Y además nunca sabes sin el cualquier esquina o en cualquier whats app vas a recibir un alegría o vas a descubrir algo nuevo y mucho mejor.
Así que si no tengo las llaves de las puertas, para abrirlas, llamaré a un cerrajero para que lo haga y sinó pues a buscar otra puerta.
Carrión.

miércoles, 20 de junio de 2012

Y los sueños, sueños son.


Dicen que soñamos con todo aquello que nos preocupa  o aquellas situaciones vividas durante el día. Que nuestros sueños suelen ser el reflejo de lo que queremos ser o queremos que pase. Una forma cobarde de decir lo que pensamos o una forma valiente de ser algo  que en el día a día somos incapaces de ser.
Si todo eso es cierto, después de mis últimos sueños cada día más raros y cada día más confusos creo que entonces mis sueños reflejan el caos que ha sido mi vida en los últimos años y la incógnita de cómo será en los siguientes meses. Pero  un día a la semana siempre tengo el mismo sueño. Bailando un Vals con el hombre sin rostro. Tan solo veo su cuerpo , de espaldas y mi cara de felicidad bailando sin parar. Pero cuando llega el final del baile y llega el momento del beso, nunca alcanzo a ver si cara saber quién y quién es el que dibuja esa sonrisa en mi cara, quién es el que sostiene mis manos tan fuerte que me da la seguridad de nunca caerme...
Pero en fin todo esto son los sueños que por las noches tengo. Luego entre Sorry! Please! ... Pasa el día entre atascos en el metro, trabajando y conversaciones hasta las 3 de la madrugada en la cocina.
Dos meses ya en London y la vida parecía ser algo  diferente. Por lo menos había decubierto ya que había vida más allá del café Nero del Soho, ahora los paseos eran más largo y alguna que otra noche no iba a dormir a casa.
Mientras tanto cada 17 de cada mes el google calendar no paraba de recordarme 8 meses, 9 meses 10 meses y hasta 11 meses fue el tope que aguanté para eliminar ese recordatorio. Una cosa es el sado por placer y otra cosa el sado por sado.
Así que la nueva vida empezó el día que toqué el el botón de eliminar. Total era un sueño más pero de esos que se sueña despierto y así que mejor soñar dormido que soñar despierto.
Con la nueva vida puesta en marcha y con algún que otro café de 3 horas y sin ganas de que acabara todo parecía ser como tenái que haber sido hace tiempo.
Quisé enviar algún que otro mail pero no tenía ganas y después de escribir algún que otro post, que nunca publiqué me puse a trabajar en el nueva novela online que en las próximas semanas estará operativa.
Pero sin querer volvía al vals de cada noche, ese eterno baile con el desconocido pero tranquilazante caballero. Poco se de él tan solo que baila bien y tiene unas manos fuertes.
Me gustaría soñar con su olor, o con su voz, con su mirada pero eso nunca lo veo, tan solo veo su silueta de espaldas y noto sus manos, más allá de todo eso nada.
A veces cuando me despierto y me veo solo en la habitación me pongo a recordar que no hay nada más bonito y la vez más tranquilizante que abrir los ojos y ver que el compañero de cama te esta mirando cómo si intentara memorizar cada parte de tu cuerpo, tu respiración, tus movimientos e intentarndo descubrir cuales son tus sueños. Pero en mi caso los parecido a eso es depertar  y ver que te está mirando un ratón o algún animal ocupa que ha entrado ha tu habitación.
Así que mientras sueño, soy feliz y mientras sueño estoy algo más cerca de lo que quiero que ser. Por al final los sueños , sueños son ¿Y que es la vida ...?

Carrión.

domingo, 10 de junio de 2012

Era un Caos, Ahora Soy medio Caos...


Mirando hacía el pasado, nadando entre mis relatos de blogs pasados, he descubierto este fragmento. Como han cambiado las cosas justo hoy hace un año. De cómo ser gay y no morir en el intento, yo no he muerto pero el blog. Muchas cosas han cambiado pero otros siguen igual. Tal vez leyendo esto y viendo la lluvia caer en el London, he comprendido que muchas veces llueve sobre mojado y que tan solo podemos llegar un buen paraguas para no mojarte o dejarte mojar de vez en cuando.
Al menos después de un año y con la mirada puesta a otro horizontes he descubierto que ahora si, que el camino esta entero tan solo falta hacerlo...
“Aunque antes me he presentado como Ramón, me gusta que me llamen por mi apellido Carrión. Aclarado esto y siendo las 3 de la madrugada, estoy delante del ordenador y sin poder dormir. No se si es por el efecto de los dos cafés que me he tomado uno a las once de la noche y el otro hace un rato o por el cabreo que había cogido mientras hablar por el Messenger con Zoya y Ángel. Pero lo he probado todo, ver un documental, leer, cerrar los ojos y no pensar, hacer lo de la paja y a dormir, pero nada de nada. Estoy con los ojos como platos.
La verdad que me había enfadado mucho, pero en realidad mi enfado no era con ellos sino conmigo mismo. Desde que me enteré que uno de ellos tenía un chico con el que tonteaba, yo estaba algo enfadado conmigo. Pues parecía que los meses de mala suerte no se me iban acabar nunca, concretamente llevaba treinta y seis meses de mala suerte. A mi no me había mirado un tuerto sino una convención de la ONCE.
Entre el fracaso empresarial, la ruptura con el capullo de mi ex. No me gusta insultar, así que lo de capullo tomarlo como un piropo, es lo más bonito que le podía decir después de estar ya dos años separado de él.
Y encima me había quedado sin trabajo hacía un mes. La verdad que yo era el chico pago y no tengo, es decir estoy pagando la hipoteca de una empresa que no tengo, estoy pagando un coche que murió y no tengo, he pagado unos muebles y una casa que no tengo y suma y sigue.
Pero como siempre he dicho después de la sequía siempre viene la tormenta, así que el día que a mi me empiece a llover, ni el arca de Noé será suficiente. Bromas aparte, estaba molesto, pues tenía un sabor amargo después de la discusión que había tenido, resultó que yo me había comportado como un egoísta con mis amigos. Y ahora estaba pagando las consecuencias, pues estaba despierto y pensando en mis problemas.
Aunque todo esto me llevo a pensar en una cosa, y más siguiendo mi recorrido personal dentro de las amistades gays que había tenido que es primero el sexo y luego la amistad o amistad y luego sexo. Pues creo que muchas veces la cama, el pene y la amistad habían hecho algún trío a costa mía y como siempre que hay un trío, uno de los tres se queda fuera, pero cuál había sido, la cama, el pene o la amistad.
Tal vez es demasiado tarde para filosofear sobre este tema. Pero no lo demasiado como saber que en las dos últimas semanas aparte de meter el miembro había metido la pata suficientes veces como para hacerme una autocrítica de mi mismo.
La cuestión del enfado con mis amigos había sido aparte de mis celos, el que ellos no entendía que mi vida se había reducido a levantarme a la hora que quería, tomarme un café, después de haber pasado por la ducha, fumarme un cigarro, crear un post populista sobre política en la comunidad del País, conectarme al twitter, al Facebook, Messenger y demás mecanismos de comunicación y dejarme soñar con que tal vez algún día llegue a ser un escritor y viva de ello (aunque la documento 2 del Word llevaba más de un mes en blanco). Pero nada más lejos de la realidad, tan solo tengo tres novelas empezadas, dos por el título y la otra con un esquema. Que escritor ni que pollas, bueno pollas si, como voy a conseguir lo que quiero si ni yo mismo me pongo firme.
Conforme avanzo lo que escribo no se si es terapia o que pero cada vez me estoy viendo más reflejado en ello.
Me había creado la tarjeta perfecta de presentación, escritor novel sin novela, pero que antes de diciembre tendría un contracto editorial, que escribía un blog de política, que iba en bici porqué era ecológico (mentira voy en bici porqué no me puedo comprar un coche), y que no me gustaba el lujo, otra mentira si la gente supiera mis sueños.
Así que de esta manera pasaban mis días y de esta manera en los últimos meses, había estado con un director de un banco, con un músico, con agente inmobiliario, con médico y con algunos más locos que yo.
De ahí que tuviera mi enfado, aunque sin embargo lo había expresado mal. Son las cuatro de la madrugada ahora si que me ha entrado el sueño, y mientras he escrito estas líneas he llegado a la conclusión que no he avanzado nada, pero al menos he descubierto, que mientras yo me preocupaba por la discusión ellos dos estaba durmiendo plácidamente, Zoya tal vez fantaseando con alguna Ópera prima y Ángel probablemente esté teniendo algún sueño húmedo, pues el último fin de semana se había que quedado algo caliente.
Creo que ha llegado la hora de que yo también me vaya a dormir y soñar con que tal vez todo lo que sueño despierto de noche se pueda cumplir. En fin soy un puro Caos“

Carrión.

miércoles, 30 de mayo de 2012

A dónde van los calcetines???



Cuando llegas a casa después de un largo día de trabajo, no hay nada mejor que tener una larga conversación de nada y de todo con tus compañeros de piso. Casi siempre esas conversaciones suelen ser sobre la vida en London, lo caro que está todo y la jodida Central Line que cada dos por tres te deja tirado y no va.
Muchas noches depués de terminar las conversaciones cocineras (porqué como no tenemos comedor toda la vida se hace en una cocina de 3 metros cuadrados), me pongo a comprender que todos estamos en London por algún motivo aunque el motivo sea averiguar el por qué estamos aquí.
Con quien tenía conversaciones más vanales pero que me daban ideas para el blog, era con Marta. Con ella podía tener largas horas en la cocina entre risas y conversaciones divertidas. Pero nuestras conversaciones siempre se paran en el momento que sabemos que abmos estamos tocando cierto tema que nos va a poner tristes, justo en ese momento es el momento preciso para irse a la cama.
Así que el otro día estuvimos intentanto averiguar hacía dónde van los calcetines que se traga la lavadora. Porqué a todos nos pasa lo mismo, siempre la lavadora se nos traga algún que otro calcetín.
Así que llegamos a la conclusión de que debería de haber un mundo alternativo donde viven miles de calcetines inmpares.
Con esa idea me fuí a dormir y cómo no podía dormir decidí aprovechar el verano londinense y salir a la puerta de la calle sentarme y reflexionar sobre todo eso mientras me tomaba un té y me fumaba un cigarro.
Un mundo de calcetines impares!!!!!!! La verdad que no era una idea muy loca. Un mundo donde hay calcetines de todo tipo, rotos, de colores, zurzidos, de rombos, de ejecutivos... pero todos tienen en común que están solteros busc ando a su pareja.
Sin embargo ese mundo tampoco es tan diferente del nuestro, en el que hay miles de personas solteras buscando a su otra pareja. Aquí también hay corazones rotos, zurzidos una y otra vez, corazones esperando a ser rotos y todos andamos por la misma calle buscando a nuestra pareja.
Así  que llegué a la conclusión de que las personas somos como los calcetines.  Algunos tienen a su pareja, otros  la perdieron en la lavadora o fueron ellos los que se perdieron, algunos están tan zurzidos que son incapaces de emparejarse con el otro. Y que nunca sabes cuando “la lavadora” va hacer que tu calcetín se pierda o seas tu mismo el que aparezca en el mundo alternativo de los calcetines solteros.

Carrión.

lunes, 21 de mayo de 2012

Nueva vida, vieja ropa


Después de un mes, pasados los primeros días, vinieron las lágrimas, un sentimiento de saber y querer comprender muchas cosas. L a primera saber cómo había llegado a London. La segunda saber hacia dónde voy. Así que la noche prometia larga, después de trabajar 14 horas al día durante un largo fin de semana, el sueño y el cansancio se quedaron aparcados por unas horas. Mis dedos y mi mente estaban aquí, en el ordenador.
Un coffee me vino bien, así que tras un paseo al paquistaní que abre las 24 horas, es lo bueno de London nunca puedes utilizar la excusa de se me acabó la sal para ir a ver al vecino, a cualquier hora encuentras una tienda de 24 horas.
Bueno  lo dicho, estaba intentando responder demasiadas preguntas en una sola noche, lo que no se si era por el cansacio acumulado, por las ilusiones que se fueron con la última lluvia o por qué de vez en cuando (con demasiada frecuencia viajo al pasado, al cual no debería de volver).
Pero sin querer me encontré en un días de esos, dónde el olor de una simple flor te hace sentir las mil y una emociones.  Sin querer me encontré llenos de experiencias nuevas, de ilusiones pero desnudos sin querer seguía vistiendo la misma ropa.
Parecer ser que London, era punto de salida ahora tan solo faltaba encontrar el punto de llegada.
Llevaba tres días levantandome a los 7 de la mañana y acostandome a las 2 o 3 de la madrugada, haciendo los mil y un viajes en el Tube ya que la Central Line, para variar, llevaba otro fin de semana sin funcionar, con el restaurante lleno, aguantando pijas borrachas, que pagan 2000 libras por una botella de vino, no se para qué si total a apartir de la tercera copa se beben hasta el agua de la cubitera, teniendo conversaciones vanales con gente que disfrazan cualquier mensaje de whats app para al final buscar un polvo, llevaba tiempo con ganas de llorar, ya fuera por felicidad o por tristeza la cuestión es que tenía el campo de cultivo preparado tan solo faltó escuchar una canción, unos acordes, una letra y una voz. Con eso fue suficiente, las lágrimas nacieron y con ellas  la tranquilidad de saber que era humano, que era como los demás y que sí, que si sabía echar de menos a la família, a los amigos, a los paseos por Sitges, a las tardes sentando enfrente de la playa, a las conversaciones hasta altas horas en el Horno... Pero esto era mejor, esto era lo que siempre quise, ahora por primera vez estaba haciendo algo por mi mismo, no por otros, no habí ahombre que fuera la causa por la que estaba aquí, tal vez hubo desencadenantes pero motivos.
London, una ciudad que no duerme nunca, que siempre hay algo que hacer, un lugar donde perderse y otro donde encontrarse. En London en el mismo día puedes encontrar trabajo, dejarlo de tener y volver a encontrar, enomorarte, desenamorarte, sentirse solo, sentirse solo pero en compañia, tener un polvo rápido, un calentón o simplemente un masturbación. En  London te puede pasar de todo, pero lo que nunca te puede pasar, es llegar a una orilla sentarse y dejar que tus pies se bañen en el mar y tu mente viaje a lugares inpensables.
Bueno aquí también viajo a lugares inpensables, pero sin saber que tengo el mar a mis pies.
Así que me encontré con una nueva vida y vesitdo con ropa vieja.

Así que cuando pueda me voy al Primark...

Carrión.

jueves, 17 de mayo de 2012

No hay polvo que cien años dure ni amantes que lo aguanten.


Con un mes en London, las cosas ya se iban haciendo normales, lo que a lo primero me parecía sorprende ahora ya lo veía normal, como una rutina. Es lo que tenemos los seres humanos que sin quererlo acabamos siendo animales de rutina.
Empezó a ser rutina que las citas empezarán en Covent Garden y que acabarán sin nada más que un simple Dolor de H...S.
Empezó a ser rutina, tener largas conversaciones hasta la una de la mañana en la cocina. Empezó a ser rutina no escribir y empezó a ser rutina echar de menos a quién no tendría que echar de menos.
Pero en fin es lo que tiene. En una de esas largas conversaciones en la cocina sin querer romper el hielo, Mr Ice vino a mi mente y estuvo toda la noche en ella.
Así que me había dejado helado.
Puede que Mr. Ice hubiera dejado tan elevada la nota, que ahora todo me sabía a poco. Hasta supo hacer la ruptura. O puede como me dijeron tal vez es que mis ojos lo veían  tan perfecto que hasta cuando me dejó me pareció que lo hacía perfectamente.
Ahora estaba en London  y ahora era rutina estar lejos de él.
Después de una noche en la que estuve durmiendo entre fantasmas del  pasado y los ronquidos de mi compañero de habitación.  Decidí en mi día libre perderme en London y escribir, pero por el momento me había perdido entre mis sábanas y me había quedado dormido.
Pero bueno café en mano izquierda y papel en la derecha, me senté en la cocina y me puse a la faena. Hasta que llegó la distracción.
Buscando un título para el post y buscado sobre lo que escribí hice reflexión de sobre mi primer mes en London. Si buscaba la parte de humor y sexo podía titular el post, como Dolor de huevos, pero pensé que sería muy basto decir eso. Así que pasadas unas horas y con la mente algo más fresca decidí titularlo “No hay polvo que dure cien años ni amantes que lo aguanten”. La verdad que no se por qué elegí ese, pero salió y me gustó.
Después de una pausa y algún que otro cortejo por whats app ( estoy ya de whats app, facebook y perfiles, dónde está el contacto real????) Supe por qué, porqué era el titulo perfecto para echar al fantasma de la noche pasada.
“Todo fue tan rápido, tan bonito, apenas tuve tiempo en pensar si podía salir mal, porqué no iba a salir mal. Todo fue como en los cuentos...” que coño, los cuentos de princesas no existen y mucho menos en el mundo gay, más bien son cuentos de manga.
Sin embargo yo siempre me creí  el  “fueron felices y comieron perdices” pero aquella vez “fue colorín colorado este cuento se ha acabado”.
Con la distancia con la seguridad que me da estar inseguro en London. Por suerte en la vida no hay polvo que dure cien años, porqué no hay amantes que este eternamente enamorados sino que amantes que están simplemente están.
Pero para que estén deben de pasar primero.
Bueno después de haber perdido un rato el tiempo. No se que me pasa últimamente que lo post los leo después y no le veo sabor a lo que escribir.
Tal vez será porqué estoy más centrado en la novela o tal vez porqué no tengo muchas aventuras últimamente.
Pero sea por lo que sea, todo en la vida pasa, se queda o se va. Eso es lo importante. Porqué no hay nada que dura eternamente  ni la eternidad es eterna.

Carrión.