lunes, 26 de marzo de 2012

A 21 días, segunda parte.

Volvía a los 21 días. Con la cabeza puesta en cosas londinenses se me olvidó pararme a ver todo lo vivido  en 21 días antes y los 21 días después.  Ahora mismo estaba en un limbo.
Al menos ya en mi mente las cosas sonaban en inglés, al menos ya tenía en el punto de mira un objetivo. Ahora tan solo necesitaba realizarlo.
Pero es curioso como un día puedes estar haciendo planes de boda y otro día como puedes estar haciendo fiestas de soltero.
Con las maletas en proceso, los papeles también, tan solo me faltaba estar mentalizado. Esto iba a ser lo difícil porqué no quiero huir, lo que quiero es ir.
Aquí en sitges la primavera ya he llegado y con ella, las viejas locas ya estan mudando la pluma, todo el mundo se prepara ya para cambiar de plumas. El invierno aquí llega a ser muy largo y una vez que todos ya han estado con todos, necesitan producto nuevo.
Ya vuelve a estar todo abierto.
Así que después de saltear la cobra dos o tres veces ( la cobra es cierto personaje en el pueblo, que te quiere cazar por las noches, en cualquier esquina la puedes encontrar). Por fin llegué a mi Cafeteria favorita y me puse a escribir.
Pero bueno tampoco es que estuviera muy inspirado esa mañana. Pues entre que miraba cosas, me paraba y  me ponía a pensar en lo vivido nada me salio correcto.
Sin embargo cuatro locas que había delante me hicieron amena la mañana y me dieron argumentos que escribir.
Sitges es tan bello pero a la vez puede ser tan frío o aburrido. Puedes encontrarte a los mismos de siempre en cada esquina, entre la Papagallo, la Cobra, la fea de ver, Sus mundos, El cachas, El salido de turno, El barón Brandy etc... un sin fin de personajes que algún día tendré que dejarlos reflejados en un libro. Además también te puedes encontrar a tu ex, cuando menos te lo esperas. Pero dado que la herida estaba curando eso no era problema, 21 días tan solo quedan.
Entre nenas y besos, las cuatros locas y viejas que tenía delante, me dieron una buena bofetada en la cara y una lección de moral.
Ellos, fuera de sentirse observados o criticados, seguian con su rutina y comentando el show de anoche. Cuando dijo:
-          Mira nena, estoy harta de la doble moral, no yo no busco amor, yo no busco solo sexo... anda nena tu buscas lo que buscamos todos no estar solos y tener a alguien, pero mientras tanto te comerás todas las pollas que puedas.
Toma ya, ¿sería yo uno de los que tenían doble moral? A veces podía haberme comportado con esa doble moral o a veces no. Lo que si que era verdad que todos en algún momento hemos dicho esas frases con doble intencionalidad.
En fin ya tenía que en lo que pensar y ya tenía en lo que escribir.
Quise llamar a varios amigos pero todos estaban fuera del pueblo. Tan solo queda yo y esa puta frase en mi mente.
Lo mejor que pude hacer fue pasear, tomar un largo café y darme cuenta que llegaba tarde a la tienda. Así que a 21 días me quedaban 21 minutos para ir a trabajar.
Carrión

(¿y tú que buscas?)

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